Guatemala ha acordado aceptar un mayor número de vuelos de deportación desde los Estados Unidos, incluidos aquellos que transportan a no ciudadanos, tras una reunión entre el presidente guatemalteco Bernardo Arevalo y el secretario de Estado estadounidense Marco Rubio el miércoles.
Arevalo anunció que la cantidad de vuelos de deportación aumentaría un 40%, abarcando tanto a ciudadanos guatemaltecos como a migrantes de otros países. El acuerdo representa un paso significativo en los esfuerzos de los Estados Unidos para frenar la migración irregular, una prioridad política clave para el presidente Trump.
Rubio elogió la disposición de Guatemala a aceptar a no ciudadanos, destacando los desafíos que enfrentan los Estados Unidos para encontrar países dispuestos a recibir a los deportados. También prometió el apoyo de los Estados Unidos a Guatemala para facilitar el regreso de los no ciudadanos a sus países de origen.
El acuerdo llega en un momento en que los Estados Unidos enfrentan dificultades para deportar migrantes a países como Venezuela y Cuba, que se han negado a participar en los vuelos de deportación. En respuesta, los Estados Unidos han comenzado a enviar a inmigrantes indocumentados a su base militar en Guantánamo Bay, Cuba.
Si bien Guatemala ya ha aceptado vuelos de deportación desde los Estados Unidos, el mayor número de vuelos y la inclusión de no ciudadanos representan un cambio significativo en la política de inmigración del país. Se espera que el acuerdo tenga un impacto sustancial en el flujo de migrantes de América Central a los Estados Unidos.