El 3 de febrero de 2025, el presidente de EE. UU., Donald Trump, y la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunciaron un retraso de un mes en la implementación de aranceles del 25 % sobre los bienes de México. El acuerdo se alcanzó tras una llamada telefónica en la que Sheinbaum se comprometió a desplegar 10,000 soldados mexicanos en la frontera con EE. UU. para combatir el tráfico de drogas, en particular el fentanilo.
Trump afirmó que la pausa permite a ambos países negociar cuestiones polémicas, enfatizando el objetivo de lograr un acuerdo justo. Sheinbaum confirmó la suspensión de los aranceles en su publicación en redes sociales.
Históricamente, EE. UU., Canadá y México han mantenido un acuerdo de libre comercio sin imponer aranceles adicionales hasta el reciente anuncio de Trump. Los aranceles se propusieron originalmente para abordar preocupaciones sobre la inmigración ilegal y el contrabando de drogas.
En respuesta al anuncio inicial de aranceles de Trump, el primer ministro canadiense Justin Trudeau declaró que Canadá impondría aranceles similares sobre bienes estadounidenses por un total de aproximadamente 155 mil millones de dólares. Mientras tanto, Sheinbaum indicó que México estaba listo para implementar medidas de represalia para proteger sus intereses.
Los expertos predicen que los aranceles aumentarán los precios para los consumidores en EE. UU., mientras que Trump los ve como una herramienta para reducir los déficits comerciales y aumentar la producción nacional. Las implicaciones económicas de estos aranceles podrían ser significativas para América del Norte, afectando potencialmente las relaciones comerciales y el crecimiento económico.