El 31 de enero de 2025, el presidente colombiano Gustavo Petro pidió a los colombianos indocumentados en Estados Unidos que dejaran sus trabajos de inmediato y regresaran a Colombia. Anunció que el Departamento de Prosperidad Social ofrecería asistencia financiera a quienes se inscriban en sus programas.
Esta semana, aviones de la fuerza aérea colombiana han repatriado a deportados a Bogotá, con tres vuelos operados por el ejército colombiano y uno por un avión estadounidense. Este desarrollo sigue a una crisis diplomática entre las dos naciones sobre las políticas de deportación.
El presidente Petro había bloqueado previamente la entrada de dos aviones estadounidenses que transportaban deportados, citando preocupaciones sobre su tratamiento durante el transporte. Esta decisión intensificó las tensiones, lo que llevó al presidente Donald Trump a imponer un arancel del 25 % sobre los productos colombianos y otras sanciones de viaje.
En un acuerdo posterior alcanzado entre los dos gobiernos, Colombia aceptó todos los términos establecidos por EE. UU., incluida la aceptación incondicional de los colombianos deportados. A pesar de esta resolución, las relaciones diplomáticas entre los países siguen siendo tensas.