El 30 de enero de 2025, el Banco Central Europeo (BCE) anunció una reducción en los costos de endeudamiento por quinta vez desde junio de 2024. Esta decisión se produce en un momento en que la economía de la región muestra signos de estancamiento y la inflación se acerca al objetivo del 2 %.
El BCE redujo la tasa de depósito en un cuarto de punto a 2,75 %, alineándose con las predicciones realizadas por analistas en una encuesta de Bloomberg. A pesar de esta flexibilización, los funcionarios mantienen que su postura actual de política monetaria sigue siendo 'restrictiva', lo que indica un potencial para más recortes en el futuro.