El 26 de enero de 2025, el Ejército de Israel abrió fuego contra civiles en el sur del Líbano que intentaban regresar a sus pueblos, resultando en 11 muertes y más de 80 heridos, según el Ministerio de Salud libanés.
El informe indicó que entre los muertos había un soldado libanés y dos mujeres. Las víctimas ocurrieron en cinco localidades diferentes, con un número significativo en Aitaroun y Houla. El ministerio había informado previamente de tres muertes.
El Ejército libanés confirmó la pérdida de un soldado, afirmando que fue asesinado por fuego israelí durante hostilidades en curso en áreas fronterizas. Otro soldado resultó herido en el incidente.
En respuesta, el Ejército israelí reconoció haber lanzado disparos de advertencia, pero no confirmó las muertes reportadas. Declararon que sus tropas actuaron para eliminar amenazas percibidas en varias regiones donde individuos sospechosos se acercaban a sus posiciones.