Al 24 de enero de 2025, se han producido desarrollos significativos en los campos de las energías renovables y la interrupción de la educación debido a condiciones climáticas extremas.
Las fuentes de energía renovable, particularmente la solar y la eólica, han visto un aumento notable en su participación en la mezcla eléctrica global, pasando del 5 % en 2015 a aproximadamente el 19 % hoy. Junto con la energía hidroeléctrica, la biomasa y la energía geotérmica, las energías renovables ahora representan alrededor del 35 % del suministro eléctrico mundial. Sin embargo, las energías renovables solo constituyen el 15 % del consumo total de energía global, lo que indica una necesidad de crecimiento adicional en sectores como la calefacción y el transporte.
La energía solar sigue siendo el sector energético de más rápido crecimiento, con una producción total de alrededor de 2,200 gigavatios (GW) a nivel mundial, cubriendo el 9 % de la demanda de energía. En 2024, China lideró la expansión de la capacidad solar, añadiendo 300 GW y representando el 44 % de todos los módulos instalados. El costo de la electricidad generada a partir de fuentes solares y eólicas ha disminuido significativamente, haciéndolas más baratas que las alternativas de combustibles fósiles.
En el sector de la energía eólica, se ha instalado una capacidad récord de alrededor de 1,200 GW, siendo China también líder en esta área. La capacidad total eólica en China alcanzó aproximadamente 475 GW, seguida de Estados Unidos y Alemania. La disminución de los costos de la tecnología de almacenamiento de baterías está mejorando aún más la viabilidad de los sistemas de energía renovable.
En un informe separado, UNICEF destacó el impacto del clima extremo en la educación, revelando que aproximadamente 242 millones de niños en 85 países se vieron afectados en 2024. Las interrupciones debido a olas de calor, inundaciones y ciclones dificultaron que los estudiantes asistieran a la escuela, particularmente en el sur de Asia, donde 128 millones de niños enfrentaron desafíos. El informe enfatiza la necesidad de priorizar la educación en las políticas relacionadas con el clima, ya que los niños son los más vulnerables a los efectos del cambio climático.