Un estudio reciente realizado entre 2017 y 2023 destaca los graves impactos del cambio climático en las poblaciones árticas, con millones de personas enfrentando escasez de suministros esenciales y un aumento de los riesgos para la salud. La investigación, liderada por un equipo de la Universidad de Viena y la Universidad Técnica de Dinamarca, examinó cuatro regiones polares.
El estudio indica que el deshielo del hielo ártico, impulsado por el calentamiento global, pone en peligro la vida de aproximadamente tres millones de residentes. Predice fallos en la infraestructura, interrupciones en el suministro de agua, alimentos y energía, y una deterioración de la calidad de estos elementos esenciales. Además, se espera un aumento en los riesgos de pandemias y enfermedades.
Notablemente, el deshielo del permafrost no solo afecta a los habitantes del Ártico, sino que plantea amenazas ambientales globales. La liberación de dióxido de carbono y metano debido al deshielo agrava los desafíos de salud e industriales en todo el mundo.
Los participantes en el estudio compartieron observaciones alarmantes. Uno comentó sobre la experiencia aterradora de la erosión de la tierra cerca de su campamento, mientras que las preocupaciones sobre los contaminantes de antiguos sitios de perforación de petróleo y gas han aumentado debido al deshielo del permafrost, impactando la salud local.
En Canadá, especialmente en regiones que dependen de la pesca, la erosión amenaza la seguridad alimentaria al dificultar el acceso a las cabañas de pesca mientras el permafrost se convierte en arenas movedizas, complicando las prácticas tradicionales.
En Svalbard, un archipiélago remoto en el océano Ártico, la disponibilidad de agua potable es cada vez más incierta. Un dique que retiene agua limpia está construido sobre suelo congelado, y su colapso debido al deshielo podría tener consecuencias devastadoras.
Los hallazgos exhaustivos son el resultado de una colaboración interdisciplinaria entre ingenieros, físicos, científicos ambientales, sociólogos y expertos en salud, proporcionando una imagen más clara del estado actual del Ártico.