El 19 de enero de 2025, un tribunal surcoreano prorrogó la detención del expresidente Yoon Suk Yeol, quien ha sido suspendido de su cargo por intentar imponer la ley marcial. Esta decisión permite a los fiscales más tiempo para formalizar cargos de insurrección en su contra.
Tras el anuncio del tribunal, aproximadamente 44,000 partidarios de Yoon se reunieron frente al juzgado en Seúl, lo que llevó a enfrentamientos con la policía. Se informó que los manifestantes rompieron ventanas y trataron de vulnerar la seguridad del tribunal, lo que resultó en la detención de 40 personas por diversas ofensas, incluidas agresiones a agentes y ataques a periodistas.
Yoon, quien fue brevemente detenido bajo la ley marcial declarada el 3 de diciembre de 2024, compareció en el tribunal para una audiencia que duró alrededor de cinco horas. Los jueces expresaron su preocupación de que Yoon pudiera destruir evidencia si se le liberaba, lo que influyó en su decisión de prorrogar su detención.
La declaración inesperada de Yoon sobre la ley marcial ha sido descrita como desestabilizadora, lo que provocó una indignación pública generalizada y una rápida respuesta parlamentaria para revocar la orden. Fue arrestado el 15 de enero de 2025, tras una prolongada operación en su residencia oficial.