La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) anunció que no enviará observadores para las elecciones presidenciales en Bielorrusia programadas para el 6 de enero. La Oficina de la OSCE para Instituciones Democráticas y Derechos Humanos (ODIHR) expresó su pesar por la decisión de las autoridades bielorrusas de no invitar a observadores de la OSCE, afirmando que esto priva a los ciudadanos de una evaluación transparente del proceso electoral.
La directora de ODIHR, Maria Telearian, subrayó la importancia de la presencia de observadores para aumentar la credibilidad de las elecciones, citando los compromisos asumidos por Bielorrusia bajo el Documento de Copenhague de 1990. Esta es la tercera vez desde las controvertidas elecciones presidenciales de agosto de 2020 que ODIHR no puede monitorear las elecciones en Bielorrusia debido a invitaciones tardías.
El 17 de enero, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Bielorrusia declaró que extendería una invitación a ODIHR para observar las elecciones. La Comisión Electoral Central (CEC) informó sobre la acreditación de 456 observadores internacionales de 49 países. Sin embargo, ODIHR indicó que la invitación se emitió demasiado tarde para permitir una observación significativa del proceso electoral, lo cual es crucial para evaluar las etapas clave de las elecciones.
El Departamento de Estado de EE. UU. condenó la falta de invitaciones oportunas para los observadores de la OSCE, calificando las próximas elecciones de farsa y criticando la represión continua en Bielorrusia. El secretario de Estado Antony Blinken señaló que las acciones del régimen muestran un desprecio por un proceso electoral transparente y sus compromisos como participante de la OSCE.
Hasta el 23 de diciembre, la CEC había registrado cinco candidatos presidenciales. La campaña electoral se desarrolla en medio de una represión continua, con los ciudadanos bielorrusos en el extranjero excluidos de votar en las misiones diplomáticas desde 2022.