El Líbano listo para elegir un nuevo presidente tras dos años de vacío en medio de crisis persistentes

El 9 de enero de 2025, Líbano está a punto de elegir un nuevo presidente tras un vacío de dos años en el cargo. Este desarrollo se produce después de un acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hezbollah a finales de noviembre, que ha allanado el camino para la elección presidencial y un nuevo equipo ejecutivo.

La próxima elección, la 13ª presidencial de Líbano, se lleva a cabo en un contexto de graves desafíos económicos, incluida una recesión prolongada, una moneda en caída libre y depósitos bancarios congelados. El conflicto en curso ha causado daños significativos, lo que requiere una urgente consolidación del alto el fuego.

Además, hay una necesidad apremiante de crear condiciones para el regreso de los refugiados de guerra, en particular muchos refugiados sirios que actualmente residen en Líbano. Michael Bauer, jefe de la oficina de la Fundación Konrad Adenauer en Beirut, enfatizó la gravedad de la situación, afirmando que no es suficiente simplemente acordar un candidato basado en un compromiso mínimo entre los partidos políticos.

Las facciones políticas en Líbano están bajo una presión considerable a medida que se acerca la fecha límite para las elecciones. La complejidad de la selección de candidatos se ve agravada por la distribución sectaria de los altos cargos en el país, ya que la constitución exige que el presidente sea un cristiano maronita, el primer ministro un musulmán sunnita y el presidente del parlamento un musulmán chiita.

Joseph Aoun, el comandante de las Fuerzas Armadas Libanesas, ha surgido como un candidato prometedor, supuestamente obteniendo apoyo de facciones de oposición, especialmente dada la nueva disposición de Hezbollah para comprometerse. Hasta hace poco, Hezbollah respaldaba a Suleiman Franghi, un conocido aliado del exdictador sirio Bashar al-Assad. Sin embargo, el nuevo líder de Hezbollah, Naim Kassim, ha señalado que está abierto a otros candidatos aceptables para un segmento más amplio de la población.

Este cambio en la postura de Hezbollah se atribuye al impacto de la guerra en curso con Israel, que ha disminuido la influencia política interna de la milicia. El analista político Ronnie Chatah señaló que la aceptación de la candidatura de Aoun por parte de Hezbollah refleja su incapacidad para bloquear al comandante militar de convertirse en el próximo presidente.

Bauer señaló que Aoun podría representar una nueva fuerza positiva para muchos ciudadanos libaneses, y podría obtener el apoyo necesario debido a su experiencia militar, lo que podría permitirle abordar de manera efectiva los desafíos de seguridad emergentes. Chatah concluyó que, independientemente del resultado de las elecciones, el aspecto crítico es que Líbano tenga un nuevo presidente, lo cual es esencial para el funcionamiento efectivo del país.

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