Al 8 de enero de 2025, la situación humanitaria en Gaza ha alcanzado niveles críticos en medio del conflicto continuo entre Israel y Hamas. Residentes como Zahra y su familia han sido desplazados múltiples veces, buscando refugio en casas parcialmente destruidas en el campo de refugiados de Shati.
La presión internacional sobre Israel y Hamas para alcanzar un acuerdo de alto el fuego está aumentando. Esto ocurre mientras Israel continúa sus operaciones militares, atacando más de 100 sitios en Gaza en respuesta al fuego de cohetes de Hamas. El conflicto, que comenzó a intensificarse en octubre, ha dejado a muchos civiles en condiciones desesperadas.
Las severas condiciones invernales han agravado la situación, inundando refugios improvisados y llevando a las organizaciones humanitarias a informar que la ayuda está llegando de manera insuficiente a la población. Un ataque aéreo israelí el 7 de enero habría matado a guardias que protegían convoyes de ayuda en el sur de Gaza.
La región norte de Gaza, particularmente Jabalia, se ha convertido en un punto focal de la acción militar israelí, con afirmaciones de que Hamas se ha reagruado allí. Sin embargo, los grupos humanitarios argumentan que ya no hay lugares seguros en Gaza, ya que el desplazamiento continuo agrava la crisis.
Las Naciones Unidas estiman que entre 10,000 y 15,000 personas permanecen en el norte de Gaza, con gran parte de la zona considerada devastada. Existen preocupaciones de que Israel pretenda establecer una zona de amortiguamiento en la región después del conflicto. El ejército israelí niega cualquier plan para despoblar el norte de Gaza.
Las declaraciones recientes de miembros del parlamento israelí han pedido la destrucción de todas las fuentes de agua, alimentos y energía en la región, reflejando una creciente frustración con el conflicto en curso. Los residentes locales informan de graves escaseces de suministros esenciales, complicando el acceso humanitario.
Gaza ahora está efectivamente dividida por el corredor de Nezarim, complicando los movimientos para los palestinos. Los informes indican que individuos desarmados que intentan regresar al norte han enfrentado consecuencias mortales.
Según la ONU, casi el 90% de la población de Gaza, que asciende a aproximadamente 2.1 millones, ha sido desplazada. El futuro sigue siendo incierto para muchos, con familias como la de Zahra esperando el fin de la violencia y un regreso a sus hogares, incluso si están destruidos.