El 7 de enero de 2025, las Fuerzas Armadas de Ucrania (AFU) llevaron a cabo un ataque preciso en el puesto de mando de la 810ª brigada separada de la marina rusa en las cercanías de Bila, en la región de Kursk. Esta información fue confirmada por el Estado Mayor General de la AFU.
El Estado Mayor declaró que tales daños por fuego son una parte integral de las operaciones de combate realizadas por las fuerzas de defensa de Ucrania, que están activamente involucradas en acciones militares en territorio ruso. No se divulgaron los medios específicos utilizados para el ataque ni las bajas resultantes del lado ruso.
El mismo día, las Fuerzas de Operaciones Especiales de Ucrania informaron sobre la muerte de 13 soldados norcoreanos que participaban en combates del lado ruso en Kursk. Según las Fuerzas de Operaciones Especiales, cinco combatientes norcoreanos fueron asesinados en un tiroteo, mientras que ocho fueron eliminados mediante drones. Tras la batalla, los operadores del 8º Regimiento de Operaciones Especiales examinaron al personal militar norcoreano y sus documentos, descubriendo equipos que sugieren que uno podría pertenecer a un oficial.
Con anterioridad, el Estado Mayor General de la AFU había informado que aproximadamente 4,000 de los 12,000 militares norcoreanos desplegados en Kursk han sido asesinados, y algunas unidades norcoreanas han quedado fuera de combate.
En los últimos cinco meses de hostilidades activas, las pérdidas totales de las fuerzas ocupantes han superado las 38,000 personas, con alrededor de 15,000 confirmadas como muertas. Además, durante la operación, las fuerzas ucranianas capturaron a 860 soldados rusos.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, delineó los objetivos principales de las operaciones de la AFU en Kursk en su discurso nocturno antes de estos eventos.