PEKÍN, 12 de diciembre - China se ha comprometido a aumentar su déficit presupuestario, emitir más deuda y aflojar la política monetaria para mantener el crecimiento económico mientras se prepara para tensiones comerciales más intensas con Estados Unidos tras el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. Este anuncio se realizó durante la Conferencia Central de Trabajo Económico (CEWC) celebrada del 11 al 12 de diciembre.
La CEWC reconoció los efectos adversos de los cambios externos en la economía, que enfrenta una crisis en el mercado inmobiliario, una deuda local significativa y una débil demanda interna. Las exportaciones están amenazadas por posibles aumentos de aranceles estadounidenses.
Los líderes chinos se comprometieron a mantener la estabilidad del yuan e indicaron una posible devaluación de la moneda el próximo año para contrarrestar las medidas comerciales punitivas. La CEWC también enfatizó un cambio hacia una política monetaria más dovish y medidas fiscales proactivas.
Durante la reunión, se decidió aumentar el déficit presupuestario y aumentar la emisión de deuda tanto a nivel central como local. Además, los líderes planean reducir los requisitos de reserva bancaria y bajar las tasas de interés según sea necesario.
Los analistas notaron que, aunque la dirección de la política es clara, la magnitud del estímulo dependerá de los anuncios arancelarios de EE.UU. Mantener un objetivo de crecimiento de alrededor del 5 % se considera un desafío, especialmente con el impacto anticipado de los aranceles estadounidenses en las exportaciones y el gasto de capital.
Las amenazas arancelarias de Trump han generado preocupaciones significativas en el sector industrial chino, que exporta bienes por un valor de más de 400 mil millones de dólares anuales a EE.UU. Muchos fabricantes están trasladando la producción al extranjero para evitar estos aranceles, lo que se espera que reduzca las ganancias y afecte negativamente el empleo y la inversión.
En respuesta a la disminución de la riqueza de los consumidores debido a la caída de los precios de la vivienda, el gobierno chino ha anunciado planes para aumentar el consumo ampliando los programas de subsidios y aumentando las pensiones. La CEWC tiene como objetivo aumentar los ingresos de los hogares para estimular la demanda interna.