El ministro de policía de Sudáfrica, Senzo Mchunu, se ha comprometido a rescatar a las personas atrapadas en una mina de oro abandonada en Stilfontein, ubicada aproximadamente a 150 km al suroeste de Johannesburgo. El número exacto de mineros bajo tierra sigue siendo incierto, con estimaciones que varían de 350 a 4,000. Las declaraciones recientes de la policía sugieren que las cifras más altas pueden estar exageradas.
Las autoridades han estado estacionadas fuera de la mina durante varias semanas, tratando de bloquear la entrega de alimentos y agua para obligar a los mineros a salir a la superficie. Esta estrategia ha provocado indignación pública, ya que crecen las preocupaciones sobre el bienestar de quienes aún están bajo tierra.
Tres adolescentes, de 16 y 19 años, que recientemente emergieron, relataron experiencias de maltrato y privación de alimentos mientras estaban bajo tierra. Indicaron que no fueron rescatados por las autoridades, sino que salieron cuando se les permitió. Los informes sugieren que los mineros a menudo permanecen bajo tierra durante períodos prolongados, dependiendo de escasas provisiones de la superficie.
La operación policial, denominada “Vala Umgodi” o “Cierra el agujero”, tiene como objetivo cortar los suministros para obligar a los mineros a regresar a la superficie. Hasta ahora, más de 1,000 mineros han emergido y han sido arrestados, con el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa calificando el sitio como una escena del crimen.
La minería ilegal de oro es un problema significativo en Sudáfrica, lo que resulta en una pérdida de ingresos anual que supera los 1,000 millones de dólares. Mchunu destacó el papel de la pobreza y el desempleo en la motivación de las personas para participar en actividades mineras ilegales. Sugerió discutir con los países vecinos para crear oportunidades laborales para sus ciudadanos, reduciendo así la migración ilegal hacia Sudáfrica.