El 17 de noviembre de 2024, Filipinas comenzó a evacuar a decenas de miles de residentes en preparación para la llegada del supertifón Man-yi, que se prevé que toque tierra en las próximas 24 horas. Las autoridades han emitido advertencias sobre fuertes lluvias y vientos intensos, instando a las comunidades en áreas vulnerables a buscar refugio.
El tifón, clasificado como supertifón, se espera que afecte a múltiples regiones, particularmente en la parte oriental del país. El gobierno ha movilizado equipos de respuesta a desastres y ha establecido centros de evacuación para albergar a los desplazados por la tormenta.
Los funcionarios locales están monitoreando de cerca la situación y han aconsejado a los residentes que se mantengan alerta a medida que se aproxima la tormenta. El Consejo Nacional para la Reducción de Riesgos de Desastres y Gestión (NDRRMC) está coordinando con los gobiernos locales para garantizar la seguridad de las poblaciones afectadas.