El 8 de noviembre de 2024, China anunció una importante iniciativa financiera destinada a abordar la deuda de los gobiernos locales, aprobando un programa por un valor de 6 billones de yuanes (aproximadamente 839 mil millones de dólares). Esta medida forma parte de los esfuerzos más amplios del gobierno para apoyar una economía en desaceleración, que enfrenta nuevas incertidumbres tras la reelección de Donald Trump.
El plan fue reportado por el Comité Permanente de la Asamblea Nacional Popular y divulgado por la Agencia de Noticias Xinhua. Aunque los detalles específicos fueron limitados, se espera que el anuncio proporcione una perspectiva más clara para los inversores que han estado anticipando medidas fiscales completas de Pekín para reforzar la confianza económica.