El 6 de noviembre de 2024, el canciller alemán Olaf Scholz anunció el colapso de la coalición gobernante, conocida como la "coalición semáforo", que comprende a los socialdemócratas (SPD), los Verdes y los liberales (FDP). La disolución siguió al despido del ministro de Finanzas Christian Lindner del FDP debido a diferencias irreconciliables sobre cuestiones presupuestarias.
Tras la disolución de la coalición, aumentan los llamados a elecciones anticipadas, con una encuesta reciente que indica que el 65% del público alemán apoya la celebración de elecciones lo antes posible. Scholz planea presentar una votación de confianza en el Bundestag el 15 de enero de 2024, lo que podría llevar a nuevas elecciones a finales de marzo.
La oposición, liderada por la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y la Unión Social Cristiana (CSU), ha criticado a Scholz por retrasar la votación de confianza, con el líder de la CDU, Friedrich Merz, instando a una acción inmediata. Si Scholz no logra asegurar el apoyo parlamentario, puede solicitar la disolución del Bundestag, lo que desencadenaría nuevas elecciones en un plazo de 60 días.
El gobierno de Scholz ahora opera sin mayoría parlamentaria, confiando únicamente en el SPD y los Verdes. El colapso de la coalición ha suscitado preocupaciones sobre la estabilidad política de Alemania, especialmente a la luz de las incertidumbres internacionales, incluidos los resultados recientes de las elecciones presidenciales en EE. UU.
Los líderes europeos han expresado su preocupación por las implicaciones de la inestabilidad política de Alemania para la Unión Europea, enfatizando la necesidad de un gobierno alemán fuerte para facilitar la acción decisiva en cuestiones críticas.
A medida que evoluciona el panorama político, el SPD y los Verdes buscan aprobar legislación significativa antes de las elecciones anticipadas, a pesar de enfrentar tasas de aprobación históricamente bajas.