El 7 de noviembre de 2024, la próxima cumbre climática de la ONU, COP29, programada del 11 al 22 de noviembre en Bakú, Azerbaiyán, se centrará en discusiones cruciales sobre financiamiento climático. Apodada la 'COP del financiamiento climático', la cumbre tiene como objetivo establecer un nuevo objetivo de financiamiento anual para los países en desarrollo para enfrentar los desafíos relacionados con el clima, ya que el actual compromiso de 100 mil millones de dólares expira a finales de este año.
La reelección del ex presidente estadounidense Donald Trump, conocido por su escepticismo climático, podría complicar las negociaciones. Los delegados discutirán el Nuevo Objetivo Colectivo Cuantificado (NCQG), que se espera reemplace el objetivo de financiamiento existente. Las naciones ricas están debatiendo la estructura de este financiamiento, enfatizando que no puede depender únicamente de sus presupuestos, y están considerando reformas al sistema de préstamos global para atraer inversión privada.
Otro tema significativo será la transición de los combustibles fósiles. A pesar del acuerdo del año pasado en COP28 para alejarse de los combustibles fósiles, el uso global continúa aumentando, con nuevos proyectos de petróleo y gas aprobados en varios países. Los negociadores anticipan que COP29 podría no producir cronogramas concretos para la eliminación de combustibles fósiles.
Además, las discusiones se centrarán en establecer reglas para el comercio de créditos de carbono, con el objetivo de garantizar transparencia e integridad en los proyectos de compensación de emisiones. Las decisiones clave sobre la supervisión del Mecanismo de Crédito del Acuerdo de París (PACM) aún están pendientes.
Azerbaiyán está animando a los países a presentar sus Informes de Transparencia Bienales (BTR) durante la cumbre, que describirían su progreso en la acción climática. Sin embargo, muchas naciones todavía no cumplen con sus compromisos de reducción de emisiones.
Por último, la cumbre abordará la necesidad continua de apoyo financiero para la adaptación climática y el Fondo para Pérdidas y Daños establecido en COP27. Aproximadamente 660 millones de dólares han sido movilizados para ayudar a los países vulnerables afectados por desastres climáticos, pero se esperan llamados a contribuciones adicionales de las naciones más ricas.