El 4 de noviembre de 2024, el presidente nigeriano Bola Tinubu ordenó la liberación inmediata de todos los menores detenidos durante las protestas contra el aumento del costo de la vida. Esta decisión se produce tras la indignación pública por la acusación de al menos 30 menores, que fueron acusados de traición e incitación a un golpe militar tras participar en manifestaciones en agosto.
Las protestas, que tuvieron lugar en Abuja, Lagos y otras ciudades, fueron impulsadas por la frustración ante las reformas económicas que han llevado a una inflación descontrolada y a una grave crisis del costo de la vida. El grupo de derechos humanos Amnistía Internacional informó que al menos 22 personas murieron durante las manifestaciones en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
La gestión de la situación por parte del gobierno ha generado críticas significativas, especialmente en relación con el trato a los menores involucrados en las protestas. El presidente Tinubu se ha comprometido a implementar los cambios necesarios para estabilizar la economía, que también enfrenta una inseguridad generalizada que afecta al sector agrícola.