El 1 de noviembre de 2024, el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, informó que aproximadamente 8,000 soldados norcoreanos han sido desplegados en la región de Kursk, Rusia, preparándose para posibles operaciones militares contra las fuerzas ucranianas. Blinken indicó que se estima que alrededor de 10,000 tropas norcoreanas están en Rusia, con la mayoría en Kursk. Señaló que esta es la primera vez en un siglo que Rusia invita a personal militar extranjero a su territorio.
Aunque aún no se han observado operaciones de combate activas de las tropas norcoreanas contra Ucrania, los funcionarios estadounidenses anticipan que tales acciones podrían ocurrir en los próximos días. Se informa que el ejército ruso ha estado entrenando a los soldados norcoreanos en operaciones de artillería e infantería. Blinken enfatizó la naturaleza inusual de este despliegue, sugiriendo que podría significar la intención de Rusia de continuar sus acciones agresivas en Ucrania.
En un desarrollo relacionado, el secretario de Defensa de EE. UU., Lloyd Austin, anunció que se avecina un nuevo paquete de ayuda militar para Ucrania, que incluirá artillería, sistemas de defensa aérea, vehículos blindados y municiones. Austin declaró que EE. UU. está comprometido a aumentar la asistencia en seguridad a Ucrania, siguiendo las directrices del presidente Joe Biden. Se espera que el anuncio de este paquete de ayuda se realice en los próximos días, tras un compromiso previo de 400 millones de dólares hecho por Austin durante una visita a Kyiv el 21 de octubre.
Tanto Blinken como Austin destacaron la importancia de la presencia militar norcoreana en Rusia, viéndola como una amenaza potencial para la seguridad regional. El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, describió recientemente la cooperación militar entre Rusia y Corea del Norte como una preocupación para la seguridad indo-pacífica y euroatlántica.