El 1 de noviembre de 2024, el 4º Tribunal del Jurado de Río de Janeiro condenó a los ex policías Ronnie Lessa y Élcio Queiroz por el asesinato de la concejal Marielle Franco y su conductor, Anderson Gomes. Lessa recibió una sentencia de 78 años y 9 meses, mientras que Queiroz fue condenado a 59 años y 8 meses.
Los procedimientos judiciales siguieron a más de seis años de investigación sobre este caso de alto perfil, que ha atraído la atención nacional e internacional. Tanto Lessa como Queiroz fueron condenados por homicidio calificado, intento de asesinato y robo de vehículo relacionado con el ataque que ocurrió el 14 de marzo de 2018.
A pesar de las largas sentencias, ambos hombres firmaron acuerdos de culpabilidad que reducen significativamente su tiempo en prisión. Se espera que Lessa cumpla un máximo de 18 años en un régimen cerrado, mientras que Queiroz podría ser liberado tan pronto como en 2031 después de cumplir un máximo de 12 años.
El juicio incluyó el testimonio de nueve testigos durante dos días, y la acusación enfatizó la naturaleza premeditada del crimen. Las investigaciones sobre el asesinato se han intensificado, particularmente después del acuerdo de culpabilidad de Lessa, que implicó a figuras políticas adicionales en la supuesta conspiración.
Entre los mencionados en el acuerdo se encuentran Domingos Brazão, consejero del Tribunal de Cuentas del Estado, y su hermano, el diputado federal Chiquinho Brazão, acusados de orquestar el asesinato debido a la oposición de Franco a la ocupación ilegal de tierras en Río de Janeiro. La Policía Federal de Brasil ha intensificado su investigación, que ha visto múltiples arrestos relacionados con el caso.
Este caso ha puesto de relieve los problemas de violencia política en Brasil, siendo el asesinato de Franco uno de los más notorios de la historia reciente. Las investigaciones continúan descubriendo conexiones entre el crimen organizado y figuras políticas, lo que genera preocupaciones sobre la corrupción y la violencia en el panorama político.