El 12 de octubre de 2024, la Casa Blanca publicó un informe médico que afirma que la vicepresidenta Kamala Harris, a sus 59 años, posee la "resiliencia física y mental necesaria" para desempeñarse como presidenta de los Estados Unidos. Este anuncio tiene como objetivo presionar a su rival republicano, Donald Trump, para que divulgue información similar sobre su salud.
El Dr. Joshua Simmons, médico de Harris, informó que sus exámenes médicos más recientes, realizados en abril, no mostraron nada "fuera de lo ordinario", confirmando su "excelente salud". Harris ha estado bajo un tratamiento de inmunoterapia de tres años para alergias estacionales.
El informe es parte de una discusión más amplia sobre las capacidades de salud de Harris y Trump, quien tiene 78 años y aún no ha publicado registros médicos recientes. Trump tiene un historial de retener información sobre su salud, habiendo hecho lo mismo durante su campaña de 2016 y continuando con esta tendencia en la actual.
Las preocupaciones sobre la edad y la agudeza mental han sido significativas en esta elección, especialmente después de que el presidente Joe Biden cedió la responsabilidad de los debates a Harris. A pesar de la diferencia de edad, las encuestas indican que los votantes no consideran la edad de Trump un problema mayor, aunque una reciente encuesta de Gallup muestra que el 41% de los votantes creen que es demasiado viejo para servir nuevamente.