El 11 de octubre de 2024, el huracán Milton tocó tierra en Florida, lo que provocó respuestas significativas a nivel federal y estatal. El presidente Biden pospuso su viaje programado a Alemania y Angola para coordinar los esfuerzos de ayuda, enfatizando el apoyo federal total para las operaciones de búsqueda y rescate del estado.
En los días previos a la tormenta, surgieron tensiones entre el gobernador Ron DeSantis y la vicepresidenta Kamala Harris, con DeSantis acusando a Harris de politizar la situación. A pesar de esto, Biden y DeSantis mantuvieron la comunicación sobre las necesidades de asistencia del estado, y DeSantis reconoció que el gobierno federal había satisfecho esas solicitudes.
Biden expresó su disposición a reunirse con DeSantis durante el fin de semana para evaluar los daños causados por la tormenta. El presidente también criticó al expresidente Trump por difundir información errónea sobre la respuesta al huracán, instándolo a centrarse en ayudar a las comunidades afectadas.
A medida que la tormenta continúa impactando a Florida, los residentes locales, incluidos líderes religiosos como el pastor Leo Vollbracht, se están preparando para las secuelas del huracán Milton, destacando la resiliencia de la comunidad ante desastres naturales.