La Corte Suprema de Wisconsin está considerando actualmente una demanda significativa sobre los poderes de veto del gobernador del estado, centrándose específicamente en un veto parcial emitido por el gobernador Tony Evers el año pasado. La demanda, presentada por el Centro de Litigios de Fabricantes y Comercio de Wisconsin, argumenta que el veto de Evers viola una enmienda constitucional de 1990 que prohíbe el uso de vetos 'Vanna White' o 'pick-a-letter', que anteriormente permitían a los gobernadores alterar la legislación al eliminar letras o palabras individuales.
La controversia se centra en la decisión de Evers de aumentar la financiación de las escuelas públicas en 325 $ por estudiante por año hasta 2425, una medida posible gracias a su veto parcial que eliminó un guion y el número '20' de una referencia presupuestaria al año escolar 2024-25. Los críticos argumentan que esta acción extendió efectivamente la financiación más allá del límite de dos años establecido por la legislatura.
Durante los argumentos orales, los jueces expresaron preocupación por las implicaciones de tales poderes de veto, con el juez Brian Hagedorn señalando el caos de decisiones pasadas sobre vetos parciales. La jueza conservadora Rebecca Bradley destacó el potencial del gobernador para ejercer un poder excesivo, mientras que la jueza liberal Jill Karofsky comentó sobre el alcance aparentemente ilimitado de tales acciones.
Este caso tiene implicaciones más amplias para el equilibrio de poderes en el gobierno de Wisconsin y podría sentar un precedente sobre cómo se ejercen los poderes de veto en el futuro. Históricamente, los gobernadores de ambos partidos han utilizado vetos parciales, siendo el exgobernador republicano Scott Walker famoso por emplear un 'veto de mil años' para extender un programa estatal indefinidamente.
Fuente: Washington Examiner, 10 de octubre de 2024