El 7 de octubre de 2024, la Corte Suprema de Georgia restableció una prohibición de casi todos los abortos después de aproximadamente seis semanas de embarazo, mientras el estado apela una decisión de un tribunal inferior que había bloqueado la ley. La orden permite que la prohibición entre en vigor de inmediato, lo que genera una gran preocupación entre los defensores de los derechos reproductivos.
La demanda que impugna la prohibición fue presentada por el SisterSong Women of Color Reproductive Justice Collective, con sede en Atlanta. La directora ejecutiva, Monica Simpson, criticó la decisión de la corte, afirmando: 'Hoy, la Corte Suprema de Georgia se alineó con los extremistas antiabortistas. Cada minuto que esta dañina prohibición de seis semanas esté en vigor, los georgianos sufren.'
Anteriormente, el juez del Tribunal Superior del Condado de Fulton, Robert McBurney, había bloqueado la ley el 30 de septiembre, encontrando que violaba los derechos a la privacidad y la libertad garantizados por la constitución estatal. La ley, aprobada en 2019, prohíbe casi todos los abortos una vez que se detecta un 'latido cardíaco humano', típicamente alrededor de seis semanas, antes de que muchas mujeres sepan que están embarazadas. La aplicación de la ley se retrasó hasta la decisión de 2022 de la Corte Suprema de EE. UU. que anuló Roe v. Wade, que anteriormente garantizaba los derechos al aborto en todo el país.
Este desarrollo tiene implicaciones para los derechos reproductivos en EE. UU., ya que refleja las batallas legales en curso sobre el acceso al aborto en varios estados tras la decisión de la Corte Suprema. La situación en Georgia podría influir en esfuerzos legislativos similares y desafíos legales en otros estados.