Un inquietante incidente en Hathras, Uttar Pradesh, el 6 de septiembre de 2024, ha atraído la atención mundial sobre el problema de la superstición en India. Un niño de nueve años estuvo a punto de ser asesinado por un maestro en su escuela, lo que llevó a una investigación que resultó en la detención de cinco personas, incluido el director de la escuela, por el presunto sacrificio ritual de otro niño.
Este caso ha provocado indignación y ha puesto de relieve los extremos a los que algunas personas están dispuestas a llegar en nombre de la superstición. Los informes indican que los acusados creían que sacrificar a un niño ayudaría a la escuela a superar dificultades financieras.
Este incidente no es aislado. Según la Oficina Nacional de Registros Criminales (NCRB), India reportó ocho casos de sacrificio humano en 2022, con un total de 111 muertes atribuidas a tales prácticas entre 2014 y 2022. La prevalencia de la superstición en la sociedad india sigue siendo una amenaza significativa, especialmente para poblaciones vulnerables, incluidas mujeres y niños.
El profesor Shyam Manav, un activista de larga data contra la superstición, enfatizó la necesidad de educación y razonamiento científico para combatir estas creencias. Señaló que las supersticiones a menudo surgen del miedo y la codicia, y sin un cambio de mentalidad, tales prácticas persistirán.
Si bien algunos estados indios han promulgado leyes contra el sacrificio humano y prácticas relacionadas, la efectividad de estas leyes sigue siendo incierta. Los recientes eventos en Hathras sirven como un recordatorio contundente de la urgente necesidad de un cambio social y mayor conciencia para erradicar la superstición.