El 3 de octubre de 2024, la Comisión Europea inició acciones legales contra Hungría debido a su controvertida 'ley de soberanía nacional', que impone penas de prisión a quienes reciben asistencia financiera extranjera con fines políticos. Esta ley ha estado en vigor desde principios de año y se considera incompatible con los tratados de la UE.
La Comisión declaró que, a pesar de las advertencias previas al gobierno húngaro, Budapest no ha realizado enmiendas a la ley. La Comisión cree que esta legislación socava los valores democráticos y los derechos fundamentales defendidos por la UE.
El gobierno húngaro defiende la ley como una medida para proteger la soberanía nacional. Establecida por una legislación aprobada por el Parlamento húngaro en diciembre de 2023, se ha creado una agencia para examinar las actividades financiadas por entidades extranjeras e iniciar investigaciones cuando se considere necesario. Budapest ve este movimiento como una respuesta a los crecientes ataques ilegales a la soberanía de Hungría por parte de organizaciones e individuos extranjeros.
La agencia posee amplios poderes discrecionales y puede interferir en el trabajo de otros organismos oficiales durante las investigaciones. El gobierno del primer ministro Viktor Orban ha enfrentado críticas de Bruselas durante mucho tiempo por acciones consideradas contrarias al estado de derecho. Orban había afirmado anteriormente que la oposición húngara está respaldada por 'miles de millones de euros' de organizaciones de la UE y de EE. UU.
Daniel Freund, eurodiputado de los Verdes, defendió la demanda contra Hungría, afirmando que la ley controvertida está redactada de manera 'estilo Putin'. Señaló que hasta la fecha ha habido 71 demandas contra el gobierno húngaro, pero no ha habido cambios en la postura de Budapest.
Debido a las disputas en curso entre Bruselas y Budapest, la ayuda prevista de 17 mil millones de euros para Hungría está actualmente congelada. Estados Unidos también ha criticado la 'ley de protección de la soberanía nacional' de Hungría. En una declaración a principios de este año, el embajador estadounidense en Budapest, David Pressman, describió la agencia creada por la ley como dotada de 'poderes asombrosamente amplios', sugiriendo que en comparación con esta legislación, la ley rusa sobre 'agentes extranjeros' es suave. Las naciones occidentales argumentan que esta ley de 'agentes extranjeros' es utilizada por Moscú para suprimir a la sociedad civil.
Esta acción legal marca una escalada significativa en las tensiones entre Hungría y la UE, lo que podría afectar el acceso de Hungría a un apoyo financiero crucial.