El 27 de septiembre de 2024, el Departamento de Justicia de EE.UU. dio a conocer una acusación contra tres miembros de un grupo paramilitar iraní, el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC), por su participación en una campaña de piratería informática que atacó las campañas presidenciales de 2020 de Donald Trump y Kamala Harris.
Los acusados, Masoud Jalili, Seyyed Ali Aghamiri y Yasar Balaghi, enfrentan cargos por llevar a cabo una operación de piratería a gran escala que comprometió las cuentas de personal de campaña, funcionarios gubernamentales estadounidenses actuales y anteriores, así como periodistas. La acusación detalla cómo los hackers utilizaron correos electrónicos de phishing y otras tácticas de ingeniería social para acceder a información sensible.
Este incidente plantea preocupaciones significativas sobre la interferencia extranjera en las elecciones estadounidenses y resalta las amenazas continuas que representan las actividades cibernéticas patrocinadas por el estado. Las implicaciones de tales esfuerzos de piratería se extienden más allá del panorama político inmediato y podrían socavar la confianza en los procesos democráticos y las relaciones internacionales.
Las acciones del Departamento de Justicia podrían provocar investigaciones adicionales sobre las medidas y políticas de ciberseguridad destinadas a proteger la integridad electoral en EE.UU. y en todo el mundo.