Tras su lanzamiento a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX el 26 de febrero, la sonda Lunar Trailblazer de la NASA y la nave espacial Odin de AstroForge están experimentando problemas de comunicación. Lunar Trailblazer, diseñada para cartografiar agua en la Luna, inicialmente se encendió y transmitió datos, pero los operadores notaron anomalías de energía y perdieron el contacto aproximadamente 12 horas después del lanzamiento. El contacto fue restablecido posteriormente, y se están realizando esfuerzos para evaluar el sistema de energía e implementar soluciones.
Odin de AstroForge, destinada a estudiar el asteroide 2022 OB5, también enfrenta dificultades. Si bien se detectan señales portadoras, los datos de telemetría siguen ausentes, lo que sugiere un posible estado positivo en términos de energía, pero dificulta una evaluación integral. Las posibles causas bajo investigación incluyen fallas en la red terrestre y el volteo de la nave espacial.
Lunar Trailblazer, construida por Lockheed Martin, está en una trayectoria que involucra sobrevuelos lunares en marzo y mayo, con el objetivo de alcanzar la órbita lunar para el 7 de julio. Odin está programada para una ignición de contingencia para alcanzar su objetivo de asteroide, pero el seguimiento podría complicarse por errores posicionales. El módulo de aterrizaje lunar IM-2, que transportaba ambas naves espaciales, permanece en buenas condiciones, con un aterrizaje programado para el 6 de marzo.