La misión Solar Orbiter de la Agencia Espacial Europea ha proporcionado evidencia definitiva de que los pequeños chorros en la atmósfera del Sol son la fuente tanto del viento solar rápido como del lento. Este descubrimiento, publicado en Astronomy & Astrophysics, arroja nueva luz sobre el origen de esta corriente constante de partículas cargadas que impregna el sistema solar.
Investigaciones anteriores del equipo de Solar Orbiter habían identificado estos chorros cerca del polo sur del Sol, pero nuevos datos han confirmado su presencia en todas las manchas oscuras de la atmósfera solar, conocidas como agujeros coronales. Estos chorros, que duran alrededor de un minuto, lanzan partículas cargadas a velocidades de unos 100 km/s.
El viento solar, un aspecto fundamental del sistema solar, existe en dos formas principales: rápido y lento. Mientras que el viento solar rápido proviene de los agujeros coronales, el origen del viento solar lento ha sido un misterio hasta ahora. La combinación única de instrumentos de Solar Orbiter, incluidas sus cámaras de alta resolución y detectores de partículas, ha permitido a los científicos vincular directamente el viento solar lento a estos pequeños chorros.
Este descubrimiento desafía las suposiciones anteriores sobre los orígenes del viento solar y destaca el poder de la tecnología avanzada de Solar Orbiter para desentrañar los misterios de nuestra estrella. Los futuros acercamientos de la misión al Sol brindarán más oportunidades para estudiar estos chorros y obtener una comprensión más profunda de cómo impulsan el viento solar.