La Agencia Espacial Europea (ESA) está avanzando en sus capacidades de defensa planetaria a través de la misión Hera, lanzada en octubre de 2023. La nave espacial completó recientemente su primera maniobra importante, ajustando su trayectoria para un asistente gravitacional de Marte en 2025.
La misión Hera es una continuación del experimento DART de la NASA, que consistió en un impacto deliberado en un asteroide en 2022 para probar la viabilidad de alterar su trayectoria mediante un impacto cinético. Este experimento demostró con éxito que tales colisiones pueden desviar el camino de un asteroide, una tecnología crucial para las amenazas potenciales a la Tierra de asteroides peligrosos.
Sin embargo, los científicos buscan recopilar más datos sobre los efectos de la misión DART. Si bien se sabe que el impacto alteró tanto la forma como la trayectoria del asteroide, los investigadores deben determinar la composición del asteroide y las consecuencias precisas de la colisión. Por lo tanto, Hera se dirige al asteroide Dimorphos, que fue el objetivo de DART, para realizar observaciones detalladas de las secuelas del impacto.
Para lograr este objetivo, Hera realizó dos maniobras de corrección de trayectoria el 23 de octubre y el 6 de noviembre, dirigiéndose hacia Marte. Según Sylvain Lodieu, el gerente de operaciones de la nave espacial, el primer impulso fue crucial para la corrección de la trayectoria, mientras que el segundo ajustó la trayectoria con precisión. La próxima maniobra está programada para el 21 de noviembre para finalizar el acercamiento a Marte.
Después de su encuentro cercano con Marte, Hera utilizará la gravedad del planeta para acelerar hacia su destino final: el asteroide Dimorphos, un compañero más pequeño del asteroide Didymos, al que se espera que la nave espacial llegue a finales de 2026. Durante su sobrevuelo de Marte, la nave espacial también estudiará su luna Deimos desde una distancia de aproximadamente 300 kilómetros.
Los científicos de la ESA creen que el apoyo gravitacional de Marte es una gran ventaja, lo que permite reducir el consumo de combustible y acelerar la misión en varios meses.
Anteriormente, se informó que la nave espacial Hera envió impresionantes imágenes de la Tierra desde una distancia de 2 millones de kilómetros.