El teléfono inteligente se ha convertido en una extensión de nuestros cuerpos, utilizado para todo, desde la comunicación y los pagos hasta el trabajo y el entretenimiento. Pero el flujo constante de notificaciones y el atractivo del mundo digital han llevado a muchas personas, particularmente a la Generación Z, a buscar una desintoxicación digital. Esto ha provocado un resurgimiento de los "teléfonos tontos": dispositivos básicos con funcionalidad limitada, que ofrecen un respiro del mundo en línea.
El presidente chileno Gabriel Boric es un ejemplo destacado, quien recientemente optó por un teléfono con tapa en lugar de un teléfono inteligente. Aboga por el uso de la tecnología para mejorar nuestras vidas, no para perder el control. La tendencia no se limita a la nostalgia; es una respuesta a la creciente conciencia del impacto negativo del uso excesivo de los teléfonos inteligentes en nuestro bienestar y nuestras relaciones. Los estudios muestran que un porcentaje significativo de personas lucha contra el uso problemático del teléfono, lo que afecta su vida social y su salud mental.
Empresas como Nokia han reintroducido modelos clásicos con características modernas, mientras que nuevos dispositivos como "The Boring Phone" priorizan la simplicidad y las distracciones mínimas. Estos teléfonos carecen de acceso a Internet y aplicaciones de redes sociales, lo que anima a los usuarios a concentrarse en el momento presente.
Si bien algunos abrazan el estilo de vida del "teléfono tonto", otros están encontrando formas de administrar su uso del teléfono inteligente. Técnicas como deshabilitar las notificaciones, establecer límites de tiempo de pantalla y usar aplicaciones que deshabilitan temporalmente las funciones que distraen están ganando popularidad. Los periodistas y los expertos por igual están abogando por un uso consciente de la tecnología, enfatizando la importancia de desconectarse para mejorar la concentración, el bienestar y las interacciones de la vida real.
La creciente tendencia de la desintoxicación digital y el regreso de los "teléfonos tontos" refleja un cambio de perspectiva global. Las personas están reconociendo cada vez más la necesidad de equilibrio y buscan formas de reclamar su tiempo y atención de las demandas constantes del mundo digital.