El implante cerebral Telepathy de Neuralink, recientemente aprobado por la FDA, marca un avance significativo en la tecnología de interfaces cerebro-computadora (BCI). Este dispositivo permite a los usuarios controlar computadoras y dispositivos solo con el pensamiento.
El chip Telepathy, del tamaño de una moneda, cuenta con 1.024 electrodos ultrafinos que registran y estimulan la actividad cerebral. Se implanta mediante un procedimiento mínimamente invasivo que dura solo 25 minutos y se comunica de forma inalámbrica a través de una batería recargable y Bluetooth.
Actualmente, sus aplicaciones están enfocadas en tratamientos médicos, pero se predicen implicaciones más amplias para mejorar las capacidades humanas y curar enfermedades. Otras empresas, incluida la china NeuraMatrix, también están desarrollando tecnologías competidoras para traducir señales neuronales en comandos, lo que podría restaurar la autonomía a personas con discapacidades severas.
A medida que la tecnología BCI evoluciona, promete integrar funciones cognitivas con inteligencia artificial, ampliando el potencial humano más allá de las limitaciones actuales. Sin embargo, las consideraciones éticas son cruciales para asegurar que estos avances beneficien a la sociedad en su conjunto.