Las computadoras cuánticas aprovechan la mecánica cuántica para abordar problemas que están más allá del alcance de las supercomputadoras clásicas. A pesar de estar en una etapa temprana de desarrollo, gigantes tecnológicos como Google e IBM están invirtiendo miles de millones, con la esperanza de lograr avances en diversos campos científicos.
La computación cuántica no se trata solo de una computadora clásica más rápida; representa un paradigma fundamentalmente diferente. Según Norbert Lütkenhaus de la Universidad de Waterloo, las computadoras cuánticas pueden resolver tareas de manera eficiente que las computadoras clásicas no pueden.
El elemento central de la computación cuántica es el qubit, que puede representar tanto 0 como 1 simultáneamente debido a la superposición cuántica. Esto permite que los qubits encarnen múltiples estados posibles a la vez. Las computadoras cuánticas actuales han superado los 1000 qubits, pero la mayoría de los dispositivos constan solo de decenas o cientos.
Los estados cuánticos son altamente susceptibles a perturbaciones externas, lo que hace que los sistemas actuales sean más propensos a errores que las computadoras clásicas. Esto limita su capacidad para realizar cálculos complejos para resolver problemas prácticos.
Las aplicaciones futuras de la computación cuántica podrían ser vastas, especialmente a medida que los sistemas se vuelvan más estables y confiables. El concepto de 'supremacía cuántica' se refiere a una computadora cuántica que resuelve tareas que las supercomputadoras clásicas no pueden. Si bien algunos investigadores afirman haber logrado esto en tareas artificiales específicas, las aplicaciones más amplias requieren sistemas cuánticos más avanzados.
En las próximas décadas, los avances en la computación cuántica podrían transformar múltiples campos científicos e industriales, permitiendo soluciones a problemas actualmente inimaginables. Aunque todavía son experimentales, el potencial futuro de las computadoras cuánticas sigue atrayendo una atención considerable, lo que probablemente revolucionará la computación y la investigación científica.