La decisión de Ford de fabricar el Mach-E en México, inicialmente bajo un acuerdo comercial, ahora se ve desafiada por las continuas disputas arancelarias y las pérdidas en el sector de los BEV (vehículos eléctricos de batería).
Ford está perdiendo dinero actualmente con los BEV, lo que dificulta la decisión de mantener la producción del Mach-E en México.
Los cálculos arancelarios utilizados por la Casa Blanca han sido criticados por utilizar la elasticidad del precio minorista en lugar de la elasticidad del precio de importación, lo que podría inflar los resultados arancelarios.
Los fabricantes de automóviles japoneses han invertido aproximadamente 61.600 millones de dólares en la fabricación en Estados Unidos, empleando a más de 109.000 trabajadores estadounidenses y produciendo más de 3,2 millones de vehículos en 2023.