Una coalición de importantes organizaciones de medios canadienses, incluyendo The Globe and Mail y CBC, ha presentado una demanda contra OpenAI, acusando a la empresa de infringir derechos de autor al raspar ilegalmente artículos de noticias para entrenar sus modelos de IA, como ChatGPT.
La demanda sostiene que OpenAI se ha "enriquecido injustamente" a expensas de los medios de comunicación, afirmando que los datos y la propiedad intelectual obtenidos son el resultado de una inversión significativa por parte de periodistas y empresas de medios.
Los demandantes, que también incluyen a Postmedia Network Inc. y Toronto Star Newspapers Ltd., argumentan que el uso de su contenido con fines comerciales por parte de OpenAI es ilegal. Buscan daños y una orden judicial para prevenir más prácticas alegadas.
En otro ámbito, los deepfakes generados por IA están contribuyendo a una industria criminal en expansión, con pérdidas por fraude que se prevé que alcancen los 40 mil millones de dólares a nivel mundial en los próximos tres años. Los estafadores están utilizando cada vez más deepfakes hiperrealistas, a menudo imitando a figuras notables como Elon Musk, para engañar a las víctimas.
Los deepfakes, creados mediante técnicas avanzadas de IA, representan una amenaza significativa para la confianza y la credibilidad en las comunicaciones. A medida que la tecnología avanza, se vuelve cada vez más difícil distinguir entre lo real y lo falso, lo que resalta la necesidad urgente de estar alerta contra este tipo de fraudes.