Los líderes mundiales se centrarán en el impacto ambiental de la inteligencia artificial (IA) y sus efectos en el empleo en la próxima cumbre en Francia, que se llevará a cabo el 10 y 11 de febrero de 2024. La cumbre tiene como objetivo explorar la posibilidad de clasificar a las empresas de IA según su huella ecológica.
Anne Bouverot, enviada especial de Francia para la IA, enfatizó la necesidad de transparencia por parte de todos los actores, sugiriendo que un sistema de clasificación podría resaltar a las empresas que carecen de transparencia sobre su impacto ambiental. Ella señaló que la incapacidad para clasificar una empresa a menudo se debe a la falta de datos.
Grandes empresas tecnológicas como Google y Microsoft han expresado preocupaciones de que sus estrategias de IA, que dependen de centros de datos que consumen mucha energía, ponen en peligro sus objetivos climáticos. Las discusiones en la cumbre se basarán en acuerdos previos alcanzados durante la Cumbre de Seguridad de IA en Bletchley Park, donde empresas tecnológicas líderes y gobiernos reconocieron los riesgos catastróficos que la IA representa para la humanidad.
Bouverot comentó que el discurso sobre la IA ha evolucionado desde Bletchley, con menos enfoque en los riesgos existenciales y más en desarrollos e innovaciones prácticas. La cumbre francesa abordará cinco áreas clave: implementación pública de la IA, adaptación de la fuerza laboral, construcción de confianza a través de acuerdos de seguridad, fomento de la innovación y establecimiento de una gobernanza global de la IA.