En un giro sorprendente de los acontecimientos en el Abierto de Australia, Novak Djokovic se vio obligado a retirarse de su partido de semifinales contra Alexander Zverev debido a una lesión recurrente en el muslo. Después de perder el primer set en un reñido tie-break, la condición de Djokovic empeoró, lo que llevó a su retiro del partido.
Djokovic expresó su decepción durante una conferencia de prensa improvisada, revelando que había estado inseguro sobre su capacidad para competir hasta poco antes del partido. A pesar de un tratamiento extenso y el apoyo de su fisioterapeuta, el dolor se volvió insoportable después del primer set, dejándolo incapaz de continuar.
Al salir de la cancha, Djokovic enfrentó reacciones mixtas del público, con algunos aficionados aplaudiendo mientras que otros expresaron su descontento a través de abucheos. Zverev, quien avanzó a la final, expresó su decepción por la reacción de la multitud, enfatizando la dedicación de Djokovic al deporte durante las últimas dos décadas.
De cara al futuro, Djokovic planea regresar a Europa para más evaluaciones médicas, con la esperanza de participar en el próximo torneo de Doha. Elogió a Zverev, llamándolo un amigo talentoso, y expresó su determinación de seguir persiguiendo sus sueños en el tenis.