Un nuevo libro, "The New Royals" de Katie Nicholls, afirma que Meghan Markle tuvo un tenso intercambio con un miembro del personal durante una degustación de menú en el Castillo de Windsor antes de su boda con el Príncipe Harry.
Según una fuente citada en el libro, Meghan detectó huevo en un plato que se suponía que era vegano y macrobiótico, lo que la llevó a expresar su disgusto al proveedor. La reina Isabel supuestamente intervino, diciéndole a Meghan: "En esta familia no le hablamos así a la gente".
Esta no es la primera vez que el comportamiento de Meghan ha sido examinado. El experto real Tom Quinn declaró previamente que se había ganado el apodo de "Duquesa Difícil".
Un miembro anónimo del personal del palacio le dijo a Quinn que la dificultad de Meghan provenía de navegar por las complejidades del sistema real. La fuente describió su comportamiento como inconsistente, alternando entre ser demasiado amigable e irritarse cuando el personal no respondía al instante.