La relación entre el Rey Carlos y la Reina Camilla ha sido objeto de fascinación pública durante décadas, marcada por escándalos, dramas y un amor frustrado. Su matrimonio enfrentó importantes obstáculos constitucionales, políticos y religiosos, particularmente debido al estatus de divorciada de Camilla. La Reina Isabel II inicialmente dudó en aceptar a Camilla, y la opinión pública se opuso en gran medida, aún leal a la fallecida Princesa Diana.
A pesar de los obstáculos, Carlos y Camilla perseveraron. El anuncio de su matrimonio aclaró que Camilla sería conocida como "Princesa Consorte" tras la ascensión de Carlos al trono. La Reina Isabel II asistió a la bendición nupcial y ofreció una recepción, reconociendo los "terribles obstáculos" que su hijo había superado.
Carlos conoció a Camilla a principios de la década de 1970, pero su romance fue interrumpido por su ingreso en la Royal Navy. Camilla se casó con Andrew Parker Bowles, y Carlos se casó con Diana Spencer. Sin embargo, el matrimonio de Carlos y Diana finalmente se desmoronó, y Carlos reavivó su relación con Camilla.
La década de 1990 fue particularmente desafiante, con la prensa sensacionalista vilipendiando a Camilla. La muerte de Diana en 1997 retrasó aún más cualquier esperanza de matrimonio. Carlos orquestó cuidadosamente su primera aparición pública juntos en 1999 y la primera reunión de Camilla con la Reina en 2000.
Después de su coronación en mayo de 2024, Carlos rindió homenaje a Camilla, reconociendo su apoyo inquebrantable. Camilla correspondió, elogiando la amabilidad de Carlos y su apoyo mutuo. A pesar del reciente diagnóstico de cáncer de Carlos, la pareja sigue comprometida con sus deberes, mostrando una asociación construida sobre el humor compartido y un profundo sentido del deber.