Cinco años después del Megxit, Meghan, la duquesa de Sussex, se enfrenta a un panorama complejo. Si bien sus nuevas iniciativas, incluida una serie de Netflix y una marca de estilo de vida, generan una atención significativa, su popularidad en el Reino Unido sigue siendo baja. Una encuesta reciente de YouGov mostró que su índice de aprobación era de solo el 19% a principios de 2025.
Su serie de Netflix, que presenta consejos de upcycling, recibió críticas mixtas, con una calificación del 33% en Rotten Tomatoes a pesar de ser un programa muy visto. Su marca, As Ever, enfrentó críticas por sus precios y su visión poco clara, a pesar de agotarse rápidamente.
Ahora, con el lanzamiento de su podcast, Confessions of a Female Founder, queda la pregunta de si puede ampliar su atractivo. Los expertos sugieren que su conexión con la Familia Real continúa moldeando la percepción pública, independientemente de sus esfuerzos por establecer una identidad independiente.
A pesar de los desafíos, las iniciativas de Meghan han demostrado tener éxito comercial, y algunos ven su carácter divisivo como una ventaja en el panorama mediático actual. Queda por ver si puede superar las percepciones negativas y lograr una mayor aceptación.