En una reciente entrevista, Meghan Markle reflexionó sobre su tiempo como miembro de la familia real, detallando los desafíos de salud mental que enfrentó y su camino hacia el perdón. La duquesa de Sussex admitió que no estaba preparada para la intensa atención que conllevaban sus deberes reales, lo que llevó a ella y al príncipe Harry a dar un paso atrás en sus roles.
Meghan expresó la importancia del perdón, afirmando: "Se necesita mucha más energía para no perdonar... Pero se requiere mucho esfuerzo para perdonar. He hecho un esfuerzo activo, especialmente sabiendo que puedo decir cualquier cosa." Esta declaración resalta su deseo de reparar relaciones dentro de la familia real a pesar de las tensiones pasadas.
Durante la entrevista, también enfatizó que no había restricciones legales que le impidieran compartir sus experiencias, insinuando su disposición a hablar más abiertamente sobre su trayecto. "Puedo hablar sobre toda mi experiencia y elegir no hacerlo," comentó.
Además, Meghan reveló que durante su reciente viaje al Reino Unido para el Jubileo de Platino de la difunta reina, aprovechó la oportunidad para empacar sus pertenencias en Frogmore Cottage, marcando un momento significativo en su transición lejos de la vida real.