La avena y la cebada contienen fibra soluble llamada beta-glucanos, que pueden ayudar a reducir los niveles de colesterol. Los beta-glucanos forman un gel en el intestino, lo que ayuda a evitar que el colesterol se absorba en el cuerpo.
Un tazón de gachas de avena hecho con 40 g de avena proporciona aproximadamente 1,4 g de beta-glucanos. La British Heart Foundation (BHF) sugiere consumir de dos a tres porciones de alimentos de avena o cebada al día para ayudar a mantener niveles saludables de colesterol.
Los estudios indican que el consumo diario de beta-glucano de avena puede reducir los niveles de colesterol LDL. Incorpora gachas de avena o muesli con avena para el desayuno, y considera las galletas de avena en lugar de las galletas a base de trigo para el almuerzo. También puedes usar cebada perlada en sopas y risotto como alternativa al arroz.