La leche de avena, una vez favorita en las dietas basadas en plantas, está perdiendo popularidad a medida que los influencers de TikTok critican sus implicaciones para la salud. Las preocupaciones incluyen un alto contenido de almidón, aceites de semillas inflamatorios y posibles vínculos con el acné.
Los nutricionistas comentan sobre estas afirmaciones, señalando que aunque las leches vegetales son útiles para quienes evitan los lácteos, a menudo están altamente procesadas. Ingredientes como aceites de semillas y vitaminas sintéticas pueden representar riesgos para la salud.
Los expertos destacan que la leche de avena es más baja en proteínas y grasas en comparación con la leche de vaca y de nuez, lo que provoca picos de glucosa en sangre más altos. Esto puede contribuir a fluctuaciones de energía y aumentar el riesgo de obesidad y diabetes tipo 2.
Sin embargo, el impacto de la leche de avena depende en gran medida de los hábitos dietéticos generales. Consumirla con una comida equilibrada puede mitigar los efectos negativos.
Los críticos también señalan la presencia de aceites de semillas en algunas marcas de leche de avena, que pueden contribuir a la inflamación. El debate continúa, enfatizando la importancia de la moderación y la conciencia de los ingredientes en las elecciones dietéticas.