Un equipo internacional de físicos solares ha rastreado vastas mareas de plasma debajo de la superficie del Sol dentro de la capa de cizalladura cercana a la superficie (NSSL) en abril de 2025. Estos flujos dinámicos cambian con la actividad magnética del Sol y podrían influir significativamente en el clima espacial, impactando a los satélites y las redes de comunicación.
La capa de cizalladura cercana a la superficie (NSSL), aproximadamente a 35,000 km debajo de la superficie, es donde la dinámica rotacional cambia drásticamente. Los investigadores utilizaron la heliosismología para estudiar el "clima interno" del Sol, analizando datos del Observatorio de Dinámica Solar de la NASA y del Grupo de Red de Oscilaciones Globales del Observatorio Solar Nacional.
Los flujos de plasma superficial convergen hacia las latitudes de las manchas solares, pero invierten su dirección a la mitad de la NSSL, formando células de circulación a gran escala. La fuerza de Coriolis da forma a estos movimientos de plasma, influyendo en la dinámica rotacional del Sol. Comprender estos flujos es crucial para predecir la actividad solar y su impacto en las tecnologías de la Tierra, lo que podría ayudar en el desarrollo de modelos para salvaguardar la infraestructura crítica.