En la noche del 13 de marzo de 2025, o en la madrugada del 14 de marzo, dependiendo de la zona horaria, la Luna pasará a la sombra de la Tierra y parecerá volverse roja. Este evento celestial, conocido como eclipse lunar total, será visible desde el hemisferio occidental de la Tierra.
Un eclipse lunar ocurre cuando el Sol, la Tierra y la Luna se alinean, haciendo que la Luna pase a la sombra de la Tierra. Durante un eclipse lunar total, la Luna entera cae dentro de la parte más oscura de la sombra de la Tierra, llamada umbra. Esto hace que la Luna adquiera un tono rojizo-anaranjado, un fenómeno que ha valido a los eclipses lunares el apodo de "Lunas de sangre".
Para observar este espectáculo celestial, no se necesita ningún equipo especial, aunque los binoculares o un telescopio pueden mejorar la vista. Para obtener condiciones de visualización óptimas, busque un entorno oscuro lejos de las luces brillantes.
El color rojizo-anaranjado de la Luna durante un eclipse lunar es causado por el mismo fenómeno que hace que nuestro cielo sea azul y nuestras puestas de sol sean rojas. La luz del sol, aunque parezca blanca, en realidad está compuesta por un arcoíris de colores, cada uno con propiedades físicas distintas. La luz azul se dispersa fácilmente cuando atraviesa la atmósfera terrestre, mientras que la luz rojiza viaja más directamente.
Cuando el Sol está alto en el cielo en un día despejado, observamos luz azul dispersada en todo el cielo. Sin embargo, al amanecer y al atardecer, cuando el Sol está cerca del horizonte, la luz solar entrante viaja por un camino más largo y de bajo ángulo a través de la atmósfera terrestre. Esto hace que la parte azul de la luz solar se disperse en la distancia, dejando solo la parte amarilla a roja para llegar a nuestros ojos.
Durante un eclipse lunar, cualquier luz solar que no esté bloqueada por la Tierra es filtrada por una gruesa capa de la atmósfera terrestre antes de llegar a la superficie lunar. Este proceso de filtrado hace que la Luna parezca roja o naranja, como si todos los amaneceres y atardeceres del mundo se proyectaran sobre su superficie.
En la noche del eclipse, mire hacia el oeste para echar un vistazo a los planetas Júpiter y Marte. Al comienzo del eclipse, la Luna estará en la constelación de Leo, debajo de la pata trasera del león. Poco después, se moverá a la constelación de Virgo. A medida que la sombra de la Tierra atenúa el brillo de la Luna, las constelaciones pueden volverse más visibles de lo habitual.