Una teoría alucinante llamada inmortalidad cuántica sugiere que nuestra conciencia podría no morir realmente nunca. En cambio, podría transferirse a una realidad alternativa al morir. Este concepto proviene de la interpretación de muchos mundos de la física cuántica del físico Hugh Everett.
La teoría propone que cada vez que nos enfrentamos a la muerte en un universo, nuestra conciencia se traslada a otro donde sobrevivimos. Esto plantea la posibilidad de que, sin saberlo, hayamos experimentado múltiples eventos cercanos a la muerte. Físicos de la Universidad Técnica de Múnich descubrieron que las interacciones fuertes pueden detener la desintegración, lo que lleva a oscilaciones entre la desintegración y el renacimiento.
Aunque todavía es especulativa, la inmortalidad cuántica desafía las visiones tradicionales de la mortalidad y la conciencia. Es crucial seguir investigando para comprender completamente las implicaciones de esta fascinante teoría y sus posibles aplicaciones para comprender la naturaleza de la existencia.