La NASA, junto con empresas privadas e instituciones académicas, está desarrollando el primer sensor cuántico espacial para la medición de la gravedad. Anunciada el 16 de abril, la misión tiene como objetivo revolucionar la detección cuántica, permitiendo observaciones sin precedentes. Las aplicaciones potenciales van desde el mapeo de reservas de petróleo hasta el monitoreo de los suministros mundiales de agua dulce. El campo gravitatorio de la Tierra es dinámico, influenciado diariamente por procesos geológicos. Los cambios sutiles, imperceptibles a escala diaria, se pueden mapear utilizando gradiómetros de gravedad. Estos mapas se correlacionan con características subterráneas, lo que ayuda en la gestión de recursos, la navegación y la seguridad nacional. El Quantum Gravity Gradiometer Pathfinder (QGGPf) emplea átomos de rubidio ultra enfriados como masas de prueba. Al medir la diferencia de aceleración entre estas ondas de materia, puede identificar con precisión las anomalías gravitacionales. Este instrumento compacto, de aproximadamente 0,25 metros cúbicos y 125 kg, promete una mayor sensibilidad que los sensores tradicionales. "Podríamos determinar la masa del Himalaya usando átomos", dijo Jason Hyon, Jefe de Tecnología para Ciencias de la Tierra en JPL. El lanzamiento está previsto para finales de la década para probar las tecnologías de interacción luz-materia a nivel atómico. Esta misión tiene como objetivo validar la tecnología y avanzar en la tecnología cuántica en su conjunto.
Sensor de gravedad cuántica de la NASA: un salto para la observación de la Tierra
Edited by: Irena I
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