Los físicos están reconsiderando los agujeros negros, sugiriendo que las singularidades, puntos de densidad infinita, podrían no existir. Al modificar las ecuaciones de la relatividad de Einstein con la gravedad cuántica, los investigadores proponen zonas libres de singularidades con una curvatura del espacio-tiempo intensa pero finita. Aunque la observación directa es difícil, las ondas gravitacionales de las fusiones de agujeros negros o los rastros del universo temprano podrían ofrecer pruebas. Otros estudios exploran si estos agujeros negros se forman naturalmente y explican el origen del universo sin singularidades. Por separado, científicos del Laboratorio Nacional de Los Álamos descubrieron que los rayos cósmicos desempeñan un papel clave en la formación de nubes. Utilizando el mapeo 3D de señales de radio, observaron que las nubes comienzan con una carga positiva rápida, seguida de una carga negativa más rápida. Los rayos cósmicos, partículas de alta energía del espacio, ionizan el aire, creando caminos para la descarga eléctrica. Estas partículas se mueven en diversas direcciones debido a los campos magnéticos y eléctricos de la Tierra, lo que influye en la orientación de las nubes. Este descubrimiento mejora la comprensión de la física de las nubes y tiene implicaciones para la seguridad nacional, ya que las nubes pueden imitar las señales de las explosiones nucleares, mejorando así los sistemas de vigilancia.
La gravedad cuántica desafía las singularidades de los agujeros negros, los rayos cósmicos se vinculan a la formación de nubes
Editado por: Irena I
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