Con el lanzamiento del Año Internacional de la Ciencia y Tecnología Cuántica (IYQ) el 4 de febrero de 2025 en la sede de la UNESCO en París, el mundo reflexiona sobre un siglo de descubrimientos innovadores en la física cuántica. Este año tiene como objetivo aumentar la conciencia global sobre la importancia de la ciencia cuántica en la configuración de nuestro futuro.
La física cuántica surgió a principios del siglo XX, tras revelaciones de que la física clásica no podía explicar fenómenos a nivel subatómico. Físicos notables, como Max Planck y Albert Einstein, reconocieron que las partículas exhiben características duales, comportándose tanto como partículas como ondas. Esta dualidad conduce a propiedades notables como la superposición, donde las partículas pueden existir en múltiples estados simultáneamente.
Los avances recientes en mecánica cuántica han revelado conceptos intrigantes como el entrelazamiento, donde las partículas permanecen interconectadas sin importar la distancia. Este fenómeno tiene profundas implicaciones para la tecnología, permitiendo aplicaciones revolucionarias como la criptografía cuántica, que asegura las comunicaciones a través de interacciones complejas de partículas.
El potencial de la computación cuántica se destaca como una fuerza transformadora. A diferencia de los bits clásicos que existen en dos estados (0 y 1), los bits cuánticos o 'qubits' pueden representar una gama de estados simultáneamente. Esta capacidad aumenta exponencialmente el poder computacional, lo que hace posible resolver problemas complejos—desde modelos climáticos hasta la optimización de redes eléctricas—en tiempo récord.
A pesar de estos avances, permanecen desafíos significativos, particularmente en relación con la decoherencia, donde los qubits pierden sus propiedades cuánticas debido a interacciones con el entorno. Los investigadores están explorando activamente soluciones para superar estos obstáculos, mientras la búsqueda de computadoras cuánticas prácticas continúa.
La iniciativa IYQ también enfatiza la importancia del acceso equitativo a la educación y tecnología cuántica, especialmente en naciones en desarrollo. La UNESCO busca inspirar a la próxima generación de científicos, particularmente a mujeres, para que persigan carreras en ciencia cuántica, fomentando un futuro más inclusivo.
A medida que el mundo celebra las contribuciones de la ciencia cuántica, sus aplicaciones en medicina, monitoreo ambiental y desarrollo sostenible están listas para revolucionar nuestras vidas diarias.